IV PONENCIA
La transformación de la sociedad lectora con el impacto tecnológico: el futuro lector
Joaquín María Aguirre
Universidad Complutense de Madrid
Joaquín María Aguirre, editor de la revista literaria Espéculo, está convencido de que somos nosotros mismos los que hacemos nuestro futuro. El futuro está aquí y no estamos preparados debido a la inminencia de la aceleración tecnológica, que rápidamente nos convierte en pasado. Su preocupación se centra en cuál va a ser el futuro del lector y de la lectura, pero también de la propia ceguera ante el alcance que va a tener este momento histórico.
Estamos ante una drástica transformación de la cultura, desde la perspectiva de la cultura como conjunto de discursos que construyen un flujo de información y como sistema autorregulado de hábitos.
Joaquín hablaba de la generación desconectada, de una generación que constituye la tierra de nadie entre el pasado y el presente.
La lectura y el texto son formas complementarias de la cultura y la lectura, solo es una puerta más en el acceso a la cultura. Leer es una acción compleja que requiere de un gran esfuerzo: memoria y creación de un contexto.
Los procesos de trasformación de la lectura pasan por los siguientes estadios:
1. Desmaterialización de la cultura. El paso de los objetos a lo virtual, a lo no tangible. Lo virtual es lo representado por la información. La literatura siempre se desarrolla entre los límites de la realidad y la imaginación. Pero ahora el imaginar es sustituido por la abundancia de imágenes, que tiene un antecedente fundamental en el cine. Así nos encontramos con las narrativas virtuales y los debates estéticos. Se apela a una participación activa, donde el texto es maleable y prima la interacción. Estamos ante una nueva experiencia de lectura muy diferente a la ofrecida por novelas o poemas. La estética reestructura nuestra forma de ver el mundo. Reeducamos nuestros sentidos y nos relacionamos de manera distinta con el espacio, el tiempo y el ritmo. El mundo ha cambiado porque hemos cambiado el mundo. Tenemos una nueva forma de acceso a la información y ya no somos espectadores, sino protagonistas que participamos en mundos colectivos. Y en la discordancia que se produce entre pasado y presente, debemos conservar algo del pasado.
2. Velocidad de los cambios tecnológicos. La cultura se convierte en un elemento de consumo. La cohesión propiciada por las redes sociales supera a la de los medios de masas. Hay un sistema unificado: el digital. Y supone una brecha entre distintas edades y generaciones en los valores culturales. Nos encontramos ante diversas mentalidades debido a la disparidad de las tecnologías utilizadas.
3. Papel que los medios juegan. Lo que no aparece en los medios no existe. La realidad ya es innecesaria, porque con el simulacro es suficiente. Y son los usuarios la fuente de energía, a los cuales se les dan las herramientas y los espacios para que se relaciones entre sí. Esto refleja qué débiles son los elementos culturales. Al público se le da lo que pide, de ahí el fenómeno Fan. Mediante redes se forman minorías que hacen la función de revistas culturales.
Si algo es indiscutible es que el dispositivo digital se ha convertido en un rival y a la vez un sustituto del libro. Se ha creído que serían los lectores jóvenes los que se aferrarían al modelo digital, pero los mayores han encontrado grandes ventajas en el ebook: el aumento del tamaño de la letra, la adquisición gratuita de los clásicos de la literatura en la red y el hecho de que no ocupan espacio.
Joaquín María se pregunta quiénes leerán, qué y cómo; y qué haremos con aquello para lo que no estamos preparados cognitivamente, ya que el texto y el hipertexto exigen mecanismos mentales distintos.
Además señaló cómo vamos a un mundo cada vez menos “letrado”, dándose una vuelta al gesto, a una oralidad digital. Dejamos la cultura escrita (dos siglos y medio) para volver a elementos mucho más primitivos, a una sociedad de cultura digital que supone una nueva oralidad, donde se interrelacionan relato, televisión, videojuego, cine, cómic, formando un todo abierto e integrador.
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